La inimaginable situación en la que nos encontramos millones de personas en confinamiento domiciliario por la expansión del coronavirus , encierro en el que por lo menos estaremos un mes desde el pasado día 15 de marzo, se vive en condiciones muy diversas seg


ún las circunstancias de cada uno. Yo arrostro una dolorosa soledad añadida a lo personal, pero mi confinamiento tiene un marco más llevadero al estar frente al mar y disponiendo de la serenidad que me da mi propio jardín, mis nietecítos en cambio sufren el encierro con sus padres en su piso, y un desplazamiento a mi casa estaría prohibido, como yo ir a Barcelona a verlos, cosa que venía haciendo todas las semanas. Ahora los veo por videoconferencia, me alegra, pero al mismo tiempo me da mucha pena. No es ciencia ficción es la realidad del momento, ayer la cifra de muertos por la epidemia fue en España de 738, cuando el día anterior creo que no llegó a 400.
En mi caso la LECTURA y no pudiendo salir al mar a remar ,como hacía todos los días, tenía que ser la ocupación principal. Hoy terminada la voluminosa biografía de George Lukacs, escrita por Arpad Kadarkay, y que comprada en 2008 tenía curiosamente sin leer,[800págs.en 7 días], me he lanzado a
otra actividad permitida, la compra online de libros, muy gratificante para mi, porque la cacería implica el descubrimiento de la obra o el autor, su localización y el pedido más ventajoso de haber varios ejemplares, valorando los gastos de envío. Llevaba varias semanas haciendo anotaciones de nuevas obras, con el descubrimiento incluso de autores, como ya apunté con ANDRAS HEGEDUS. Aunque la operación para la compra de este libro no lo ha cerrado hasta hoy ya que el librero ( librería TAHOE de Hospitalet) al preguntarle en su momento por recoger la obra subió el precio de 4:00 a 5:00 euros y hoy lo tenía a 20 € , he vuelto a quejarme de la indignidad a Iberlibro y he hecho la compra en otra librería.
En total hecho pedidos por ocho libros, que ya iré anotando a medida que lleguen y en los que también existe como autor nuevo para mi VILMOS SZILASI, que vi mencionado en la biografía de Lukacs y que tiene en español dos títulos traducidos.
Comprendo ahora dentro de una situación de emergencia que la normalidad en el funcionamiento de
cosas no indispensables aparentemente, te levanten el ánimo; no hay más que ver la importancia histórica que se ha dado siempre al correo en tiempo de guerra y de la necesaria eficacia de su distribución en el frente. Hoy lo epistolar es online y no físico, pero la paquetería eficaz en estos tiempos de aislamiento impuesto ,en el que el mundo se detiene pero no el tiempo, mantiene el ánimo para poder sobrellevar el encierro, tú no puedes pasear, los comercios no indispensables están cerrados pero los envíos de las compras online funcionan.
El lunes 23 fui testigo de que el mundo parece que no se acabará, y me preguntaba como en esta situación de paralización y gravísima inmovilidad, un cable de cargador comprado por Internet en domingo, me llega el lunes procedente de Murcia.
Tal vez se piense que la compra de lo prescindible [el cable era imprescindible,no así los libros] sea hasta frívola en estos momentos, yo creo que no; lo prescindible a lo mejor no lo es tanto, y no solo para que no se hunda más la economía, sino para recibir en tu casa un poquito de mundo porque tú físicamente tienes prohibido asomarte al mismo.
otra actividad permitida, la compra online de libros, muy gratificante para mi, porque la cacería implica el descubrimiento de la obra o el autor, su localización y el pedido más ventajoso de haber varios ejemplares, valorando los gastos de envío. Llevaba varias semanas haciendo anotaciones de nuevas obras, con el descubrimiento incluso de autores, como ya apunté con ANDRAS HEGEDUS. Aunque la operación para la compra de este libro no lo ha cerrado hasta hoy ya que el librero ( librería TAHOE de Hospitalet) al preguntarle en su momento por recoger la obra subió el precio de 4:00 a 5:00 euros y hoy lo tenía a 20 € , he vuelto a quejarme de la indignidad a Iberlibro y he hecho la compra en otra librería.
En total hecho pedidos por ocho libros, que ya iré anotando a medida que lleguen y en los que también existe como autor nuevo para mi VILMOS SZILASI, que vi mencionado en la biografía de Lukacs y que tiene en español dos títulos traducidos.
Comprendo ahora dentro de una situación de emergencia que la normalidad en el funcionamiento de
cosas no indispensables aparentemente, te levanten el ánimo; no hay más que ver la importancia histórica que se ha dado siempre al correo en tiempo de guerra y de la necesaria eficacia de su distribución en el frente. Hoy lo epistolar es online y no físico, pero la paquetería eficaz en estos tiempos de aislamiento impuesto ,en el que el mundo se detiene pero no el tiempo, mantiene el ánimo para poder sobrellevar el encierro, tú no puedes pasear, los comercios no indispensables están cerrados pero los envíos de las compras online funcionan.
El lunes 23 fui testigo de que el mundo parece que no se acabará, y me preguntaba como en esta situación de paralización y gravísima inmovilidad, un cable de cargador comprado por Internet en domingo, me llega el lunes procedente de Murcia.
Tal vez se piense que la compra de lo prescindible [el cable era imprescindible,no así los libros] sea hasta frívola en estos momentos, yo creo que no; lo prescindible a lo mejor no lo es tanto, y no solo para que no se hunda más la economía, sino para recibir en tu casa un poquito de mundo porque tú físicamente tienes prohibido asomarte al mismo.
" Los sonámbulos " de A.Koestler, en la primera edición argentina de 1963, y el opusculo de Max Nordau, "Critica contemporánea".

