domingo, 24 de enero de 2021

Karinthy o los cuentos de hadas. De vuelta a Auschwitz


 Aunque deprime un poco entusiasmarse en la página de otros como el Facebook de Literatura Húngara opinando con fundamento en temas que ellos sacan  sin obtener siempre una respuesta, me compensó atinar en la respuesta del escritor que aparecía en una foto del café budapestino  HADIK, que era Karinthy y ello me llevó la semana pasada a indagar las obras que tenía de Frigyes Karinthy y comprobar que había disponible en Todocolección en Barcelona , el formato minúsculo de la colección Grano de arena de "El marido escribe" y que en 2004 accedí a fotocopiar de la biblioteca del Ateneo de Barcelona.Esta vez es bibliofilia, pues el relato también lo tengo en dos antologías de cuentos, pero un formato tan pequeño y de extensión tan ridícula no podía dejarlo escapar por 10 euros,cuando también tenía otro de 20, por quien me vendió el día 3 de diciembre uno de Janikovsky, LLibres del Senderi. El jueves 21 de enero recogía el libro acompañado de mis nietos e hijo en el librero en su nueva dirección de Floridablanca 65-67. 1º-1ª de Barcelona.









 Pero Todocolección me reportó otras hungaridades de más peso, un muy dificil ejemplar de antología de teatro hungaro editado en Cuba donde también había un Karinthy, y por eso llegué al ejemplar, esta vez del hijo Ferenc: "En un recodo del Danubio", amén de otros autores: Laszlo Nemeth, en su repetido "Galileo", Gyula ILlyés "Hermanos", Imre Sarkadi "Paraíso perdido", Miklos Hubay, "Las parcas" y "El oído de Dios todo lo ve".




El otro libro también era una antología.  Cuentos de Hadas Húngaros que en 2004 fotocopie de la biblioteca infantil del Carmen en BARCELONA, selección de Esteban Kutsera, el vendedor de Madrid me facilitó la lista,pues aunque la cubierta era con una imagen distinta a la mía el libro de 1942 tenía la misma selección de relatos. Ambas antologías ya pagadas ya están pendientes de envío. La segunda a modo de subasta no ha tenido más licitador que yo, 16 euros de salida, pujando yo 5 céntimos más.


Pero la semana tendría una cuarta adquisición, esta vez descubierta por mi hijo en casa de su suegra, de Edith Eger,En Auschwitz No Habia Prozac: 12 Consejos de Una Superviviente Para Curar Tus Heridas Y Vivir En Libertad. A las 24 horas el libro ya lo tenía comprado por Iberlibro al mejor precio en la siempre inmejorable The Book Depository (London) y con gastos de envío gratis.10,35 euros.









viernes, 1 de enero de 2021

a vueltas con la vida de los otros

 Cuando tanto me entusiasma el género de memorias o biográfico pienso que se deba a dos polos, a situarme en época no vivida y a vivir las intensidades de otros que mi pacifica, horizontal y poco ajetreada vida me ha reparado. 
Llega la última tarde del año y aquí me veo en mi puesto de lectura de la sobremesa en invierno apurando los últimos rayos de sol que en esta época terminan sobre las 16,30, aunque aquí las nubes ocultaran el ultimo sol de este frío último día del año.Y de un comunista a un fascista, mucho más coherente que el Nobel,sí con ERNESTO GIMÉNEZ CABALLERO acabo el año.

GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ una biografía interesante.
Amena, contextualizada y relativamente sincera al menos entre líneas.
No es una novedad que el intelectual de izquierdas, incluso comunista como en este caso caiga bien. No aludiré tampoco a la socorrida ramplonería de que un comunista no puede ser rico, me da igual que lo sea ,o que ejerza o no ejerza como tal. Lo relevante es que el personaje se acomode mejor a vivir en un paraíso comunista de cuyo sistema es paladín , y no que predicando en rojo viva más cómodamente en un país libre, cuando no "fascista". Me interesaba mucho su biografía en lo tocante a su estancia en Barcelona, donde vino para semanas o meses y se quedó años, ¡y le repugnaba el régimen de Franco!. Lo curioso es que mientras durante décadas tuvo prohibida la entrada en EEUU en la España de Franco conoció de una libertad y bienestar que sólo por su permanencia queda avalada, aunque ni su biógrafo se lo pregunta ni él lo manifiesta. Podía haber vivido en la Cuba de su amigo Fidel, pero como desliza a su biógrafo a él le gustaba leer a diario prensa, la que no había en la isla comunista. Y para guinda , precisamente en Barcelona escribió la novela sobre un dictador de derechas, El otoño del patriarca, pero no ,no era Franco el que le inspiraba , al decir de su biógrafo la vida ascética de aquel no le servía de modelo. ¡Acabáramos!.
Estoy totalmente persuadido de que GGM cambió de opinión sobre el Franquismo al poco de llegar a Barcelona, y vio que la cacareada y denostada Dictadura no era mas que un régimen de permisividad intelectual, de bienestar y de seguridad física si lo comparaba por ejemplo con los continuos hechos sangrientos de su Colombia natal.




 Cuando Ernesto Giménez Caballero murió en 1988 en su casa de Madrid, vivía en la colonia de chalets de El Viso, en la calle Guadalquivir. Yo entonces no le hubiese reconocido físicamente, pero pude haberme cruzado cualquier día del primer semestre de 1982 cuando de uniforme acudía a la Escuela de Estudios Jurídicos del Ejército sita entonces en la calle paralela, en Tambre 35. Bien pudieran habérnoslo traído como conferenciante, ahora solo recuerdo a García Pelayo y como nos llamó muchachos a los alféreces. No sé si me crucé con él ,pero sí que sé que un día en un paso de cebra nos cruzamos con la viuda de Franco que nos sonrió gentilmente y a la que saludamos militarmente al ir con gorra.