Bienvenidos al Sur o El Sur como películas, Camino del Sur como programa de radio, canciones como aquella de la Carrá de que había que venir al Sur para hacer bien el amor; y algunas otras referencias incluso una publicidad de este verano referente a poner un poco de Sur en tu vida, como distintivo de liberación, fiesta y felicidad.Supongo que tópicos.Pero lo curioso que el Sur coincide con el Norte para quien está más al Sur.
Desde el último año el Sur es una referencia poco recomendable para referirrse en Europa a los países de la Unión que vamos a la deriva, especialmente Grecia. Luego mucha felicidad, pero también mucho cuento, pachorra y despilfarro es lo que late en tanto Sur como distintivo de jauja y buen vivir, que al final redunda en prodigalidad.
Nunca había estado en la parte más meridional de la Europa continental, y lo primero que me sorprende paseando por San Lucar de Barrameda y de Jerez de la Frontera es la agradable sensación de la unidad racial. Sí ya sé que suena mal, pero yo me atrevo a confesar lo que otros no. Primero no veo absolutamente ningún amerindio, pero lo más sorprendente es que a pesar de la cercanía africana y moruna, incluso por el pasado histórico, yo no veo moros ni paquistaníes.Lo que contrasta con una Barcelona claramente multiétnica que a mi pesar tengo que soportar.Le pregunto en San Lucar al lotero donde compro la lotería de Navidad de encargo, sobre la poca presencia de inmigrantes, y me contesta que es que no hay trabajo ni para los de aquí.Es el lotero de la calle Ancha nº 59 loterías nº1 la suerte.
En San Lucar las terrazas de los bares están llenas a mitad de mañana y no de turistas que apenas veo, sino de nativos. Pero la explicación en la ausencia de trabajo no creo que sea lo decisivo, tampoco sobra en Cataluña y allí los asentados extranjeros son multitud.
En Grazalema (21 de setiembre) recordaremos a Pitt Rivers del que para algo estudiamos Los hombres de la sierra.
Tras los pasos de Pitt Rivers:
En la disciplina de Etnología Regional de la Península Ibérica es un clásico tratar la obra mencionada, o incluso en mi caso examinarse de su contenido, luego era apetecible subir a la serranía gaditana a ver esos escenarios. El primer nativo al que abordo es el cartero y la pregunto por la calle Pitt Rivers, primera sorpresa: no tiene calle. O sea que da a conocer al mundo anglosajón el pueblo, y éste no le dedica una calle.No obstante el cartero tenía alguna noción de la existencia del autor. En la tienda de souvenirs de la plaza pregunto a la vendedora por el inglés, esta recuerda haberlo visto hace más de 15 años cuando volvió a Grazalema, e incluso en la tienda vendía el libro de Rivers. Finalmente interactuamos más con la confitera María Vázquez de la confitería Vázquez de la Avenida¿? Vázquez Pomar, ella aunque nacida en esa misma casa en 1933 no recuerda la presencia del inglés en la década de 1950, podría haber sido hasta una novia o ligue del británico, pero ella aunque sabedora de su existencia no lo recuerda de aquellos años. Aunque que duda cabe que viviendo la chica de entonces junto a la plaza, en su deambular Rivers se cruzaría con la entonces veinteañera María Vázquez.
De la confitería Vázquez de Grazalema nos llevamos más información que dulces. La miseria del equipaje limitado a unas dimensiones y a un peso, nos impide hacer ningún acopio de compras, pero la memoria no pesa en el avión, y el hijo sin descendencia de la pastelera nos enseña hasta el obrador y todas sus variedades.
Aunque ya estamos entrando en el otoño el calor aprieta y a una hora tan inclemente como de la sobremesa nos vamos para Ronda.No esperaba que estuviese tan infestada de turistas y eso le hace perder encanto y posibilidades de aparcamiento libre y paseo agradable por lo que nos vamos a otro pueblo blanco, que al igual que Arcos de la Frontera más que pueblo blanco es ciudad blanca: Ubrique, recocida por el sol de la tarde .
Arcos de la Frontera
Mañana a la punta sur de Europa.
Tarifa 22 de setiembre desde la habitación con vistas a Africa
He comprobado camino de Tarifa viniendo por el oeste, lo de que esta es la carretera por la que jalono mi vida, de hecho de niño vivía yo en lo que no dejaba de ser la carretera de Barcelona, mi novia también vivía en la misma carretera en localidad 5km más al Norte, y mi casa de ahora muy cerca también de la misma, entre el km 1185 y 1186 de la larguísima N-340 que ya sabía yo que partía de Cádiz, luego estoy a 1100 km de casa.LLegamos a mediodía con un calor y sol africano, compensado por la privilegiada ubicación de nuestro alojamiento en Amargura 1 frente al mar, que por quedar al lado Este debe ser creo yo el Mediterraneo, la habitación está ardiente pero la vista lo compensa. Vamos a caer en la tentación de pasar a Africa, y ya nos hemos informado de una excursión en el día a visitar Tánger, en barco de bandera alauita que parte de aquí de Tarifa, ¡ y venga un poco más de Sur! . Aunque mañana ya no puedo eludir más el chapuzón atlántico o mediterraneo.
Extraña situación presenta Tarifa, mediterranea y atlántica a la vez, de espaldas a su país y mirando y viendo enfrente la costa marroquí. Paseando por el espigón que une la Isla de Las Palomas con la península vemos que el viento de hoy es de poniente y el mar no está encrespado La larguísima playa que da al Atlántico presenta una puesta de sol apacible. Aunque la idea era ver la puesta de sol por el océano, el disco solar no bajaba tan rápido, y poco antes de las 19,30 dejamos la playa.
Baño en Bolonia o la largura de la playa.23 de setiembre.
Primer día nublado e incluso con alguna llovizna, pero me da igual a efectos de mi autoprometido chapuzón atlántico. Tras visitar las ruinas romanas,nunca entiendo porque le llaman ciudad a donde vivían 2000 almas, y antes de ir a comer a Algeciras tenía que probar mi baño .En el agua nadie, y en la arena algún alma abrigada, para mi impropiamente. Aunque seguramente el impropio en términos de termogenesis y baño sea yo.Pero para mi el baño delante de Baelo Claudia era el colofón a la visita de sus ruinas, de las que siempre me impresionan muchos los ingenios dómesticos menos conocidos, por ejemplo el de una llave que ví en una vitrina, o las ya conocidas tuberías de plomo .
Tánger o la primera inmersión moruna.24 de setiembre
Sin estar yo muy viajado, la verdad es que la visita a Tánger no me ha sorprendido por lo que he visto. Sí, en que no esperaba ver tantas moras vestidas de moras y con su correspondiente velo, que impresiona más, no sé por qué cuanto más guapas y jóvenes. Se ven poquísimas mujeres vestidas a lo oocidental, y mayores ninguna.
El aspecto de sus callejas, tiendas,tienduchas y vendedores al asalto era lo esperado. Los cafés solo los ocupaban hombres y parece que en las actividades cotidianas hombres y mujeres van por separado, aunque supongo que eso es una exagerada percepción de querer buscar los tópicos seguramente ciertos de la diferenciación y separación de los géneros.
Es imposible convencerme de que esas vestimentas morunas tradicionales , de hombre o de mujer no les recuezan de calor, especialmente a ellas al ir con la cabeza y nunca tan falta de refrigeración.
Me parece muy bien que vayan como quieran; lo triste es que no lo hagan plenamente convencidas, o lo hagan violentadas por el ambiente.
Hemos sido testigos de las diferencias entre los primeros del primer mundo y lo que ahora llaman países en vías de desarrollo.En la comida en Tánger hemos coincidido con una pareja suiza, no mayores que yo o algo más jovenes, y hemos comprobado la prodigalidad de sus propinas. 10 euros a los músicos del restaurante que pasaron la bandeja era cantidad nada despreciable. Y luego al guía auxiliar que recomponía el rebaño de turistas, al despedirnos le largó un billete, no sé de cuanto. Esto y el ir cargada la pareja de compras hechas, les hacía díficil librarse de la chiquillería vendedora, que crecía a su alrededor como peces de un estanque al que se arroja pan, hasta el punto que finalmente y a través del guía auxiliar largó un billete de 5 euros para los mozalbetes, del que dudo como se repartirían. Al guía principal del bus al que le ví muy obsequioso con ellos debieron los suizos darles también algún óbolo. Y es que aunque poco puedo hablar yo, que padezco una tacañería arraigada, estas dádivas y que reafirman la jerarquía de los mundos no dejan de ser un óbolo.
´A las 16 ,15 horas estabamos de nuevo en el primer mundo y se volvía a ver papeleras por la calle. Probablemente no vengan los de la otra orilla para tener , sino para ser. Entenderles claro que les entiendo, pero en todo caso es mejor que deserten de su cultura a que la quieran implantar aquí.
De Tarifa a Cádiz o la ciudad rodeada de mar.25 de setiembre
Por primera vez en el viaje nos reunimos con un amigo. Aunque nos había invitado para toda la semana, no me gusta ser huesped de nadie, y para quedar bin acepté ser huesped para la última noche, en Puerto de Santa María que es donde vive. Nos enseña y hacemos un recorrido por la Base de Rota y ver esta pequeña América de Cádiz, aunque es domingo se percibe enseguida el ambiente norteamericano, tan en contraste con la morería de ayer del otro lado del estrecho.
Como ya imaginaba mi amigo al que no veía creo desde el 2005 es de los que hemos apodado "remangados", es decir los que creen que a pesar del calor la camisa de manga corta es prenda de garrulos y que se ha de llevar dos vueltas remangada, nunca con más . Yo a posta voy con camisa de manga corta, a pesar de las fechas es pleno verano, y a principios de mayo o incluso antes dejo la manga larga.
Cenamos de tapeo con Pablo que nos invita, pero al día siguiente él trabaja y nosotros repetimos solos el tapeo por el Puerto, pero sin ronda alguna , y con un calor netamente veraniego comprobamos en casa Paquito que una tapa es un plato que se puede compartir y que media ración es aún más compartible. ¿que será entoces la ración entera,una fuente?
Casas y rejas, Tarifa:
La arquitectura me ha reencontrado con mi infancia, pues esta tenía también un sabor manchego. No lo digo por la uniformidad blanca de los pueblos, por cierto ¿se admite la disidencia al monocolor?, lo digo por las rejas y las puertas de las casas.
Al verlas he regurguitado desde el archivo oculto de la memoria el pueblo toledano de mi madre (Mora). Las rejas no enrrasadas con la fachada sino sobresalientes a estas permiten una visión de 180 º y es un estilo que hacía tiempo que no veía, no comprendiendo ahora a que se debe el enrejamiento de las plantas altas. También me ha reencontrado con el pasado el zaguán abierto y la doble puerta de acceso a la casa.
En Tarifa hay algo arquitectónico que le da un sabor más auténtico y entrañable y que hace olvidar las especulaciones inmobiliarias de otras costas, es el de la permanencia de las casas humildes tal como se concibieron en una ubicación hoy privilegiada, sin que hayan sucumbido a convertirse en residencia de potentados, ni hayan sido sacrificadas a la modernidad para construirse panales residenciales para veraneantes. Incluso el carácter avejentado de sus casas y también de sus pisos baratos confiere a Tarifa un aspecto muy acogedor en esa parte antigua que es la intramuros o mediterranea y que no denota desidia ni degradación sino solo antigüedad.
Pero en cuestión de arquitectura hay algo mejor en el término de tarifa, es la ausencia de ella.Contemplar unas playas larguísimas como la de Bolonia y no ver ni asomo de explotación urbanística, es para los que amamos las largas playas algo que creíamos inexistente en el litoral español, cuyas playas están atestadas de gente y urbanización.
Viñas, olas y viento:
Si a algo huele Jerez es a bodega, a fermento de uva y a tonel añejo. Y es que las bodegas no están en polígonos del extrarradio. Las bodegas jerezanas son como monumentos, y como tales perviven en sus calles del nucleo antiguo.Y ante eso uno se pegunta ¿y las viñas?. Cuando uno atraviesa en coche el Penedés ve a diestra y siniestra viñas y más viñas. Pero en la comarca jerezana y las otras de la provincia lo que parece es que el vino se saca de las vacas, que es lo que en las partes más peladas y esteparias se ve.
olas y viento:
Mencionar Tarifa es pensar en windsurf ,kitesurf, y también wave ski o kayak surf y mi última afición del SUP. Pero contrariamente al tópico de vientos irredentos del estrecho,los días que estuvimos no sopló el afamado Levante como que en las playas de Tarifa no vimos a nadie practicando, y solo vimos un solitario de kite surf en Rota el día 20. En cambio el 1 de octubre una semana después de haber cruzado el estrecho, la fuerza anunciada era de temporal de Levante de fuerza 7/8, lo que excede incluso el viento aprovechable para una navegación agradable, cuando no la impida. No quiero pensar como sería el cruce del estrecho que tan apaciblemente hicimos el 24, con ese viento, y cómo sería la vuelta con el viento en contra.
La placidez del mar en Tarifa los días que estuvimos, se puede advertir en la imagen de la habitación que con viento de Levante tendría un mar encrespado, y por el lado atlántico en la imagen plácida del atardecer.
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ResponderEliminarLástima que olvidé el cable para poder descargar alguna imagen, ya las pondré al final.Un saludo desde Tarifa
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ResponderEliminarfalta el material gráfico. adendum de hoy
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ResponderEliminaraddendum de imagenes el 4 de octubre
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