viernes, 9 de noviembre de 2012

Yo no habría liquidado tu Biblioteca, hasta el 2 enero 2013

Torreón de Can Nito ,sábado 10 de noviembre de 2012.
 Me sorprende la extrañeza con que el librero se manifiesta cuando al adquirir el libro le pido que me ponga el sello del establecimiento. Bien es cierto que la mayoría de los libros que adquiero no tienen ningún rastro documental, y aunque yo lo emborrono ya con el mío, prefiero siempre que algo haya de su anterior o anteriores poseedores.
Al anochecer del día 31 de octubre tras empinada cuesta llegaba acompañado de Raquel  a INET LLIBRES en la Rambla Volart 87 de Barcelona.Hbía quedado con la librería para recoger el volumen colectivo de Argos en el que estaba "Amor y caballos" de Ferenc Herczeg. Iba a resultar un fiasco cuando comprobé que el relato ya lo tenía en el volumen de "El demonio embotellado". Fue mi hijo quien me alertó sobre la posibilidad de que ya lo tuviéramos; y así resultó, con inexcusable fallo mío, pues al encargarlo no operé de memoria sino que comprobé mi catálogo y no me dí cuenta de que este lo tenía anotado junto a "El demonio embotellado" y como contenido de este mismo.



En el extremo izquierdo superior de la contraportada había un sello en papel,y aunque carecía de la tradicional expresión ex-libris, rezaba Biblioteca de Rosa María Guardiola Tortras.Ya tenía búsqueda a practicar: la de la dueña de la biblioteca que fue vendida o regalada.Liquidación patrimonial cuyo punto mayor de tristeza no es en sí la trasmisión del conjunto, sino la pulverización del mismo que se dinamita al liquidarse finalmente los libros uno a uno. Aunque también pudiera argüirse que esa explosión panteísta resulta incluso mejor, por proyectarse la colección hacia una multiplicidad de poseedores, que suceden así, a la que en este caso, como en casi todos es difunta.Argumento este último que desde luego no vale si el valor de la biblioteca está en su unidad temática que es lo que la hace valiosa.




Como otras veces he comprobado y así verifiqué en esta ocasión también  la única huella cibernauta de mi protagonista era necrológica, y además secuencialmente necrológica en esquelas de hemeroteca, en una de 1 de junio de 1996 cuando fallece su marido, en que aparece como su afligida esposa Rosa María Guardiola, y luego en la suya propia de La Vanguardia de 30 de octubre de 2005 cuando se publica la esquela de su fallecimiento el día 29 a los 73 años.Aunque de nuevo la familia publica una nueva esquela el 27 de noviembre para una ulterior misa en recuerdo de la fallecida.
Aunque me decía Nuria que deje a los muertos en paz, creo tener razón al afirmar que en éste como en muchísimos casos la única huella internauta de una persona es su muerte. Los que en vida fueron ajenos al ciberespacio  llegan a él solo cuando mueren.
No, si algún provecho he de sacar del error de comprar "Amor y caballos" es darle a Rosa María Guardiola Tortras un hueco de vida en el ciberespacio en este caso a través de un elemento molecular de su dinamitada biblioteca, de la que a mi me ha llegado un trozo,
No, Rosa María, yo no habría liquidado tus libros, para los que si un ex-libris tenías es que los amabas   probablemente con el deseo de que juntos permanecieran.


2 de enero de 2013 : Aunque el tema de la rusia zarista en los años previos a la Revolución me interesa ya por sí mismo, en realidad me atrajo la dedicatoria del autor y el ex-libris del que recibe la dedicatoria. De A.N. Pavloff no hay  más obra que esta  de "...y  la vida continua...."aparte de otro libro para aprender ruso en 24 lecciones. Pero del propietario y titular del ex-libris Pedro Boix Valls no hay absolutamente nada en el ciberespacio, en todo caso lo que parece claro es que sus libros ya no están con él y no por voluntad propia conservando el volumen el  ex-libris, sino por haber salido del mundo de acá.