Normalmente la trama de una historia y de una vida o mejor de parte de ella puede referirse de forma local a una calle como escenario del relato; no hay más que otear la literatura, y en mi caso la húngara y recordar los títulos de : La calle del Gato pescador, Calle Katalin, Los chicos de la calle Pal, Vía Bodenbach o Avenida Jozsef 79.Y aún así el relato se referirá a un tiempo o época determinados. Mi historia no se refiere a una calle ,sino a una carretera, y no a una época de la vida sino a toda la vida.
Ya de niño nunca se le llamaba coloquialmente por el nombre de avenida y mucho menos por su nombre oficial Avenida Ramiro Ledesma , sino carretera, o incluso carretera de Barcelona como referencia de por donde vivía uno y que era la carretera N-340 a su paso por el barrio de Sagunto en Valencia, aunque entonces nada supiese yo de numeraciones de carreteras. Referencia barcelonesa que acabaría siendo premonitoria del destino futuro.
Desde mi ventana la vista era sobre la carretera/ avenida, y ese era el único paisaje que veía en todos aquellos años de juventud con numerosos enclaustramientos para el estudio del bachillerato, la carrera y las oposiciones.
Era la carretera que necesitaba recorrer un poco ,650 metros hacia el norte, para llegar todos los días al colegio de los Salesianos de Santo Domingo Savio (1965-1975) y era la misma carretera que me separaba 2,5 km también hacia el norte .para llegar al primer pueblo de las afueras, Tabernes Blanques donde vivía ella, en la misma carretera que dividía el pueblo en dos, y cuya casa y dormitorio daba también a la misma carretera. Y que ella tenía que recorrer hacia el sur en sentido inverso para ir a su colegio de las Salesianas, o para venir a verme.
Abandonada mi ciudad con 23 años y por tanto la relación con la carretera, en 1988 recuperaría mi vinculo con la misma cuando a los 6 años de instalarme en Barcelona comprábamos un apartamento en la playa (El Vendrell) a escasos 100 metros de la N-340, y es que siendo la carretera más larga de España,1248 km, permitía sin permanecer en el lugar de origen vivir o seguir relacionado con ella a modo de ribera o curso de un río que sigues curso arriba o abajo mientras tu vida fluye igual que el numeroso tránsito de esa vía, que no deja de ser la Via Augusta, de hecho el Arco de Bará queda en el punto kilométrico 1183 cuando entre el 1185 y 1186 estaba nuestro apartamento y también ahora mi casa de la playa, pues luego en 1996 nos bajamos más hacia la playa comprando una casa que no está a más de 350 metros del mismo punto kilométrico.
Y pasaron los años, el matrimonio se fracturó y yo acabé comprándome otra casa en Barcelona sin saber que estando al lado de la carretera de Sants ,ésta conforma los últimos kms de la N-340 que termina en la Plaza de España donde termina el Paralelo. Y al igual que de niño y adolescente para ir al colegio todos los días hacía el recorrido carretera hacia arriba, desde hace mas de 30 años para ir a mi trabajo paso por Plaza de España y Paralelo, es decir recorro los últimos metros de la carretera con creces más larga de España, con una casualidad no desdeñable que en ese punto de Plaza de España, ésta es atravesada por la calle más larga de España, la Gran Vía de Las Cortes catalanas. Sincronicidad que se da en parte también para ella que al día de hoy tiene su lugar de trabajo pegado a Plaza de España.
Ruta de estudio, ruta de amor, ruta de trabajo y escenarios de muerte.
En ella vi el primer muerto, cuando de niño el abuelo de un vecino y compañero de colegio, JMVT, fue atropellado quedando tendido y muerto en la calzada frente a mi ventana. O cuando en julio de 1998 acudí a auxiliar a unos accidentados por choque frontal con un camión, que oí al ir a entrar en el chalet y que precisamente quedaron inmovilizados en el estrecho tramo de carretera que desde abajo de mi casa veía, ya puestos acudí en coche que aún no había aparcado, con la sorpresa de que nadie se acercaba al vehículo siniestrado, ni siquiera el inocente conductor del camión que viniendo desde Tarragona se topó con los que indebidamente adelantaban . El conductor murió en el acto y estaba destrozado, la acompañante murió en mis brazos.
Más grato recordar la carretera como escenario de amor, como la Semana Santa de 1979 en que en su habitación no solo hubo estudio de Derecho Financiero. O de aquellas hermanas que vecinas de la Avenida RL creo recordar del número 39 Silvia y Begoña J. C., flirteaban conmigo desde su ventana y consiguiendo mi número de teléfono me invitaban a unas citas que yo por novia y por estudio siempre desatendí. Con los años las vi en Facebook pero nunca me identifiqué.Y no fueron ellas las únicas que desde su ventana atacaron al joven empollón, pues más tarde lo haría una vecina de las hermanas, Mª B. pero entonces el cadete que seguía teniendo a su novia de siempre marchaba para Zaragoza y abandonaba Valencia en el verano de 1981.
La propiedad se mantuvo aún unos años, si bien mis padres se habían mudado en 1980 a otro piso, y yo la ocupé en solitario el duro año de las oposiciones , recordando la terrible soledad de la noche del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 en que debido al toque de queda no pasó por la carretera ningún vehículo, eso y el teléfono cortado por los acontecimientos configuraron una extraña noche.
Cuando viajaba a Valencia utilicé/utilizamos ,y me alojé en el piso mientras no se vendió , y de casado también, vinculando la carretera a la biografía de mi sucesor, pues fue en el que había sido dormitorio de mis padres donde mi hijo fue concebido en junio de 1984, igual que lo había sido yo allí 27 años antes.
El apartamento junto a la nacional también lo vendimos, fue en 1999, el mismo año que K.. para quien yo era desde su adolescencia la tentación que vivía arriba, se independizó de sus padres y se fue, pero esta insospechada historia no la he conocido hasta ahora y además por boca de ella. Cuando releo esta entrada hoy a 27 de enero de 2017, a los dos meses de descubrir la historia sobre K siento deseos de hablar de ello , pero algo tan vivo y tan intenso no debe airearse salvo en la mención de la infelicidad y desdicha que produce el renunciar o haber renunciado a ello so pretexto de lealtades que pocos entienden. y que encima sé que tarde o temprano lamentaré.
3 de noviembre. ¿NOSTALGIA? Sentimiento de pena por la lejanía, la ausencia, la privación o la pérdida de alguien o algo queridos.
El post de Ilona y el de un comentario anónimo aludiendo a la nostalgia me lleva varios días pensando si en realidad la tengo respecto a los pensamientos expresados en tiempo y espacio, pues creo que la añoranza puede ser tanto de un tiempo como de un lugar o espacio. Claro que ya no soy joven, y claro que la distancia espacio temporal de lo descrito avanza/cambia, pues los espacios mudan sus paisajes, con derribos y nuevas construcciones. A eso soy sensible, a que el paisaje cambie, pero con sinceridad no tengo la percepción de añorar mi pasado remoto. Nostalgia con sentimiento de pesadumbre tengo una y que regurgita a menudo, que es la ausencia de mi padre muerto y respecto a que el suceder del tiempo parece que te distancia aunque quieras tenerlo en tiempo presente. Tú lo recuerdas, pero ¿ qué fue de los recuerdos del desaparecido? ¿y todo lo vivido por él ? ¿y todo lo vivido por tus antepasados olvidados que solo mi hijo tiene presentes?.
Desde mi ventana la vista era sobre la carretera/ avenida, y ese era el único paisaje que veía en todos aquellos años de juventud con numerosos enclaustramientos para el estudio del bachillerato, la carrera y las oposiciones.
Abandonada mi ciudad con 23 años y por tanto la relación con la carretera, en 1988 recuperaría mi vinculo con la misma cuando a los 6 años de instalarme en Barcelona comprábamos un apartamento en la playa (El Vendrell) a escasos 100 metros de la N-340, y es que siendo la carretera más larga de España,1248 km, permitía sin permanecer en el lugar de origen vivir o seguir relacionado con ella a modo de ribera o curso de un río que sigues curso arriba o abajo mientras tu vida fluye igual que el numeroso tránsito de esa vía, que no deja de ser la Via Augusta, de hecho el Arco de Bará queda en el punto kilométrico 1183 cuando entre el 1185 y 1186 estaba nuestro apartamento y también ahora mi casa de la playa, pues luego en 1996 nos bajamos más hacia la playa comprando una casa que no está a más de 350 metros del mismo punto kilométrico.
Y pasaron los años, el matrimonio se fracturó y yo acabé comprándome otra casa en Barcelona sin saber que estando al lado de la carretera de Sants ,ésta conforma los últimos kms de la N-340 que termina en la Plaza de España donde termina el Paralelo. Y al igual que de niño y adolescente para ir al colegio todos los días hacía el recorrido carretera hacia arriba, desde hace mas de 30 años para ir a mi trabajo paso por Plaza de España y Paralelo, es decir recorro los últimos metros de la carretera con creces más larga de España, con una casualidad no desdeñable que en ese punto de Plaza de España, ésta es atravesada por la calle más larga de España, la Gran Vía de Las Cortes catalanas. Sincronicidad que se da en parte también para ella que al día de hoy tiene su lugar de trabajo pegado a Plaza de España.
Ruta de estudio, ruta de amor, ruta de trabajo y escenarios de muerte.
En ella vi el primer muerto, cuando de niño el abuelo de un vecino y compañero de colegio, JMVT, fue atropellado quedando tendido y muerto en la calzada frente a mi ventana. O cuando en julio de 1998 acudí a auxiliar a unos accidentados por choque frontal con un camión, que oí al ir a entrar en el chalet y que precisamente quedaron inmovilizados en el estrecho tramo de carretera que desde abajo de mi casa veía, ya puestos acudí en coche que aún no había aparcado, con la sorpresa de que nadie se acercaba al vehículo siniestrado, ni siquiera el inocente conductor del camión que viniendo desde Tarragona se topó con los que indebidamente adelantaban . El conductor murió en el acto y estaba destrozado, la acompañante murió en mis brazos.
Más grato recordar la carretera como escenario de amor, como la Semana Santa de 1979 en que en su habitación no solo hubo estudio de Derecho Financiero. O de aquellas hermanas que vecinas de la Avenida RL creo recordar del número 39 Silvia y Begoña J. C., flirteaban conmigo desde su ventana y consiguiendo mi número de teléfono me invitaban a unas citas que yo por novia y por estudio siempre desatendí. Con los años las vi en Facebook pero nunca me identifiqué.Y no fueron ellas las únicas que desde su ventana atacaron al joven empollón, pues más tarde lo haría una vecina de las hermanas, Mª B. pero entonces el cadete que seguía teniendo a su novia de siempre marchaba para Zaragoza y abandonaba Valencia en el verano de 1981.
La propiedad se mantuvo aún unos años, si bien mis padres se habían mudado en 1980 a otro piso, y yo la ocupé en solitario el duro año de las oposiciones , recordando la terrible soledad de la noche del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 en que debido al toque de queda no pasó por la carretera ningún vehículo, eso y el teléfono cortado por los acontecimientos configuraron una extraña noche.
Cuando viajaba a Valencia utilicé/utilizamos ,y me alojé en el piso mientras no se vendió , y de casado también, vinculando la carretera a la biografía de mi sucesor, pues fue en el que había sido dormitorio de mis padres donde mi hijo fue concebido en junio de 1984, igual que lo había sido yo allí 27 años antes.
El apartamento junto a la nacional también lo vendimos, fue en 1999, el mismo año que K.. para quien yo era desde su adolescencia la tentación que vivía arriba, se independizó de sus padres y se fue, pero esta insospechada historia no la he conocido hasta ahora y además por boca de ella. Cuando releo esta entrada hoy a 27 de enero de 2017, a los dos meses de descubrir la historia sobre K siento deseos de hablar de ello , pero algo tan vivo y tan intenso no debe airearse salvo en la mención de la infelicidad y desdicha que produce el renunciar o haber renunciado a ello so pretexto de lealtades que pocos entienden. y que encima sé que tarde o temprano lamentaré.
3 de noviembre. ¿NOSTALGIA? Sentimiento de pena por la lejanía, la ausencia, la privación o la pérdida de alguien o algo queridos.
El post de Ilona y el de un comentario anónimo aludiendo a la nostalgia me lleva varios días pensando si en realidad la tengo respecto a los pensamientos expresados en tiempo y espacio, pues creo que la añoranza puede ser tanto de un tiempo como de un lugar o espacio. Claro que ya no soy joven, y claro que la distancia espacio temporal de lo descrito avanza/cambia, pues los espacios mudan sus paisajes, con derribos y nuevas construcciones. A eso soy sensible, a que el paisaje cambie, pero con sinceridad no tengo la percepción de añorar mi pasado remoto. Nostalgia con sentimiento de pesadumbre tengo una y que regurgita a menudo, que es la ausencia de mi padre muerto y respecto a que el suceder del tiempo parece que te distancia aunque quieras tenerlo en tiempo presente. Tú lo recuerdas, pero ¿ qué fue de los recuerdos del desaparecido? ¿y todo lo vivido por él ? ¿y todo lo vivido por tus antepasados olvidados que solo mi hijo tiene presentes?.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarNoviembre y yo sigo de manga corta, supongo que por poco tiempo. Verdaderamente aquí el verano dura 6 meses.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarNo,no es nostalgia es simple curiosidad o sincronicidad.
ResponderEliminarNo será nostalgia, pero lo parece.
ResponderEliminarTu post y el de un comentario anónimo aludiendo a la nostalgia me lleva varios días pensando si en realidad la tengo respecto a los pensamientos expresados en tiempo y espacio, pues creo que la añoranza puede ser tanto de un tiempo como de un lugar o espacio. Claro que ya no soy joven, y claro que la distancia espacio temporal de lo descrito avanza/cambia, pues los espacios mudan sus paisajes, con derribos y nuevas construcciones. A eso soy sensible, a que el paisaje cambie, pero con sinceridad no tengo la percepción de añorar mi pasado remoto. Nostalgia con sentimiento de pesadumbre tengo una y que regurgita a menudo, que es la ausencia de mi padre muerto y respecto a que el suceder del tiempo parece que te distancia aunque quieras tenerlo en tiempo presente
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminarsí, a mi también me habría convenido más morderme la lengua que airear mis miserias. Verdaderamente que poco valgo la pena. A lo mejor queriéndome tan poco es más difícil entregarse totalmente a alguien. Es demoledor el comentario que ayer generó la lectura de ciertas líneas de esta entrada sobre que me da igual todo. Es como si uno estuviese de derribo de su propia vida o trayectoria. Lo malo es que no es la única que piensa así.
ResponderEliminarY yo que soy de robar frases que leo por ahí...al leer tu comentario me ha venido está a la cabeza "Porque nunca es tarde, y el tiempo sólo se acaba cuando se acaba la vida. Y hasta ese momento, siempre existe una posibilidad para todo".
EliminarY es que nunca es tarde para querer ,aunque sea para quererse a uno mismo (se empieza por ahí )
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarSí Ilona añadí un pequeño comentario el 27 de enero, y que fue muy mal recibido por la interesada, aunque hoy probablemente todo ello le de igual.
ResponderEliminar