Decía STEFAN ZWEIG que una de las circunstancias que llevó a los ingleses a ganar la II Guerra Mundial o mejor dicho a resistir la población en los años de guerra, eran los jardines y que en alguna medida tenían gran parte de la población. Y no lo decía porque en ellos pudiesen cultivar algún alimento, que también, lo decía por la energía y ánimo que daba a su poseedor. la explicación de ese apoyo de energía mental que aporta tú jardín no es sólo por ser tuyo y disfrutarlo en la intimidad , estriba tambnién en que todo el esfuerzo o trabajo que en el empleas ,él te lo devuelve.por ello es infinitamente menor lo que puede trasmitir un jardín público, ya que ni es tuyo, ni lo usas privadamente, ni tampoco empleas en él tu fuerza de trabajo.
Addendum de 9 de junio de 2010.-
Sería injusto seguir hablando del jardín de Can Nito y no mencionar a su anterior propietario [ Ludwig Streicher (26 junio 1920 - 11 marzo 2003)]. Cuando le compramos la casa a este músico vienés aquel feliz 1996 aún venía regularmente a España a la Escuela Superior de Música Reina Sofía donde daba clases, y siguió haciéndolo, pero cada vez venía menos a su casa y por eso tuve la suerte de poder comprarla. Me enteré de su muerte más tarde pero luego relacioné la misma con que precisamente ese año el ciruelo rojo, entonces mío, y antes suyo no dió fruto, parecía que el árbol guardaba luto por su anterior amo, igual que en su día el rosal que yo había arrancado se sublevó contra su ejecución sumaria y rebrotó, y ahí está dando rosas a un ritmo inexcrutable, y yo en agradecimiento me como sus pétalos lo que no se si aporta algo, pero seguro que la planta agradece.
Descuida que cuido bien tu jardín, puedes visitarlo cuando quieras.
Addendum de 14 de junio de 2010
Me he acercado al libro de Zweig de donde creía haber sacado la cita anterior "TIEMPO Y MUNDO" , y mi sorpresa es que el no dice lo que yo digo que dice, releo el capítulo de "Jardines de guerra" y la cuestión es que no es una afirmación suya sino una conclusión mía. bueno ahí queda el asunto.
12 junio Aunque uno maldice que algún necio arroje algo adentro del jardín y que luego tú tienes que recoger, por una vez celebré recibir la inmundicia de los demás. Debió ser la cagada de un pájaro o algún individuo que arrojase huesos de una ciruela. En su momento cuando brotó pensé que era un derivado del ciruelo rojo que está al lado máxime cuando a los pies de este crecieron dos más, pero es otro árbol y ahora además del de la foto que está a rebosar he entrelazado el rojo con el otro brote.
Aunque el aroma de los pétalos de la flor del magnolio, que sólo florece ahora, es mucho más embriagador y apetecible que el de las rosas no me he atrevido a rivalizar con la abeja polinizadora y no me los he comido aunque parece que olor tan apetecible es incompatible con que sean venenosos, pero prefiero indagarlo previamente.
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ResponderEliminarLa actual valla la puse yo y el jardín estaba en su perimetro circundando la valla anterior lleno de plantas en un estrecho seto; yo pensé que era mejor aligerarlo de tanta vegetación y el rosal fue la única planta que rebrotó.
ResponderEliminarPor cierto que las rosas no saben a casi nada, mas que nada dan color y me hace gracia comermelas.
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ResponderEliminarStreicher no vino más a su antigua casa y yo no lo volví a ver nunca desde que ante el notario comparecimos para formalizar la compraventa hace ahora 14 años.
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ResponderEliminarSoy un antiguo alumno de Streicher y me ha encantado su relato. Un cordial saludo. Roberto Terrón
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ResponderEliminarUn saludo Roberto desde Barcelona .Algun recuerdo de Streicher me lo traje a mi casa de Barcelona : unas litografías de Viena , que creo antiguas, y dos más del acuarelista austriaco Frizt Lach posiblemente firmadas por el autor
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